miércoles, 29 de mayo de 2013

Un día hubo un click y entendí todo


Fuente: Maleva | Agustina de Alba.
Agustina de AlbaPor día cataban 5/7 flights de 5 vinos cada uno, osea un promedio de 30 vinos por mañana durante 4 meses. Les entregaba las fichas de cata y puntaje al jurado, los escuchaba debatir si tenían mucha diferencia entre un puntaje y otro y llegar a un acuerdo y lo más gracioso era que ellos no sabían que vino estaban catando y yo sí. ¡Me sentía Bob Esponja! Jajaja. Yo cataba todos los vinos con ellos pero, ni mu…no podía decir nada, ni me atrevía ya que no me sentía segura. Y de repente, un catador decía: “esto es salteño, de Cafayate, 100% y sí, era así! Y pensaba… ¿Qué onda? Cómo hacen?

Los días pasaron, los vinos, los aromas, las texturas. Yo iba creciendo clase a clase, iba cambiando, comprendiendo. A veces, mucha gente me pregunta: ¿Cómo haces para oler más? ¿Cómo haces para entender a un vino? ¿Se nace? ¿Se entrena? ¿Es un don?


La respuesta no la tengo, pero en mi caso no fue un don, no nací oliendo y comprendiendo, me fui haciendo. El primer año entendía poco y nada y el segundo año, surgió una oportunidad laboral de trabajar en el armado de la guía de vinos Austral Spectator. Era mi primer trabajo a full como sommelier dado que en los anteriores había sido camarera, lava copas, lava pisos, multi-uso. No me arrepiento de nada y en su momento lo disfruté porque sabía que algún día iba a dar sus frutos.
Bueno, llego a la EAS (Escuela Argentina de Sommeliers) y una profe amada, me cuenta que acababa de salir una búsqueda. “Aplicá, es la mejor forma de entrenarte, vas a probar miles de vinos en pocos meses, va a ser un trabajo muy intenso y el panel de cata es un lujo“: me dijo.

Así que mandé mi cv, me entrevistaron y quedé. El trabajo consistía básicamente en: recibir las muestras que enviaban las bodegas para ser catadas, puntuadas y entrar al ranking según el jurado de lujo, yo recibía miles y miles de vinos, los ponía en bolsas negras (ya que todos los vinos eran catados a ciegas) les sacaba las cápsulas (el capuchón del vino, ya que varios podían darse cuenta de que vino era a través del color de la capsula y de hecho algunas cápsulas vienen con logo de la bodega), les pegaba un sticker con un número.

“A veces, mucha gente me pregunta: ¿Cómo haces para oler más? ¿Cómo haces para entender a un vino? ¿Se nace? ¿Se entrena? ¿Es un don? La respuesta no la tengo, pero en mi caso no fue un don, no nací oliendo y comprendiendo, me fui haciendo.”

Por día cataban 5/7 flights de 5 vinos cada uno, osea un promedio de 30 vinos por mañana durante 4 meses. Les entregaba las fichas de cata y puntaje al jurado, los escuchaba debatir si tenían mucha diferencia entre un puntaje y otro y llegar a un acuerdo y lo más gracioso era que ellos no sabían que vino estaban catando y yo sí.

¡Me sentía BOB ESPONJA! Jajaja.

Yo cataba todos los vinos con ellos pero, ni mu…no podía decir nada, ni me atrevía ya que no me sentía segura. Y de repente, un catador decía: “esto es salteño, de cafayate, 100% y si era así! Y pensaba… ¿Qué onda? Cómo hacen? Hasta que un día, fue un click, llegué a trabajar, preparé las muestras de vinos, chequeé las temperaturas de servicio, olí y entendí. Comprendí sus características, su orígen, sus aromas, al menos pude ponerlo en palabras. Y me emocioné mucho y ahí lo dije: ¡Yo siento tal cosa! Fue mágico.

Y recuerdo que uno de los catadores, dijo “iba a decir lo mismo” Pensé: ¡Si hay dios, me muero acá! Y de ahí en más, cada tanto me decían: “¿y vos Agustina qué opinás?” Más allá de que mi opinión no valiese, me dieron lugar a aprender, a sacarme dudas, a preguntar. Eso no tiene precio.

“Hasta que un día, fue un click, llegué a trabajar, preparé las muestras de vinos, chequeé las temperaturas de servicio, olí y entendí. Comprendí sus características, su orígen, sus aromas, al menos pude ponerlo en palabras. Y me emocioné mucho y ahí lo dije: ¡Yo siento tal cosa! Fue mágico.”

Ahí fue cuando esto se vio volcado en mi estudio, del 6,50 pasé al 8,50 y empecé a entender de qué se trataba este mundo que me generaba tanto amor ¡Era magia!

La Plaza Lavalle o Tribunales

Continuamente cruzando la mencionada Plaza sita entre Lavalle, Libertad, Talcahuano y Tucuman en Baires, pregunto:

¿Cual es el problema, inconveniente, obstaculo, trastorno, etc etc etc para arreglar las aceras que la cruzan?
Años de rotura se ve en sus antiguos mosaico o baldosas vainilla.

Ahora, luego de las intrusiones okupas de varios meses cargadas de basura, que finalmente fueron reubicados vaya a saber donde, se suma que los arboles caidos en tormentas tiempo ha, queda la base del tronco del arbol que serrucharon y sus raices a medio quitar como ocurre en la esquina de Libertad y Lavalle.

Misterios que para el GCBA encabezado por Macri's, no resuelve, no gestiona, no administra, e implica la "no politica".